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Mostrando las entradas con la etiqueta Inicio esta Aventura... APRENDIZ DE ESCRITORA

LA MENTE SE FUE

Es martes 30 de marzo; es temprano en la mañana. La ciudad corre enloquecida; miles de automóviles, buses, bicicletas y líneas del metro. Nada es suficiente para descongestionar las calles y medios de transporte. Las personas comienzan a trasladarse desde sus hogares hacia sus lugares de trabajo o de estudios; algunos se ven apurados, preocupados, pensativos, tristes; otros alegres, optimistas con sueños por cumplir, con esperanzas de un futuro mejor. Sin embargo, hay otras personas- grupos pequeños pero que aumentan día a día- que no saben que hoy es martes 30 de marzo; tampoco saben que es el año 2010, el del bicentenario. Algunas de ellas ni siquiera recuerdan el nombre o el rostro de sus hijos y seres queridos. Estas personas ya no deben desplazarse fuera del hogar, donde siguen una diaria rutina a cargo de sus cuidadores. Son personas muy queridas cuya mente se fue de este mundo antes que su cuerpo: sufren del temido mal de Alzheimer .

DESPEDIDA SOLITARIA

Comparto con ustedes las dos últimas historias que escribí. Ambas las envié a concursos literarios pero me fue mal. Sigo siendo una aprendiz de escritora... Espero las lean y me cuenten sus impresiones. Todo parecía un paisaje natural y humano perfecto. O casi perfecto. El mar se movía vigorosamente, las olas iban y venían con su espuma cremosa, construyendo pequeños cercos de agua que se derrumbaban y morían al llegar a la playa. Algunas embarcaciones de pescadores artesanales surcaban sus caminos, sin alejarse demasiado de la caleta, donde cada cual tenía su espacio asignado como un perfecto molo de atraque. El sol brillaba en todo su esplendor, acariciando las pieles de los bañistas y de los transeúntes que caminaban por la costanera. Las gaviotas y otras aves menores, revoloteaban en busca de algún pez desprevenido. Unos artesanos jóvenes de cabellos largos, confeccionaban collares y pulseras en el mismo lugar que también las ofrecían en venta a los veraneantes. Es la pequeña cal

EL TÍO NERÓN, UN VAGABUNDO DE CUELLO Y CORBATA

El tío Nerón- así lo llamaban los chicos del barrio- era un personaje que atraía la atención de quienes lo veían, especialmente de los niños y jóvenes. Si bien era un vagabundo, de actividad desconocida- la mayoría percibía o imaginaba que esa apariencia de pordiosero errante, no correspondía a su origen y que hubo para él días mejores. En efecto, su forma de hablar y de vestir, delataban que en otros tiempos- distintos para él- debió pertenecer, nacer y vivir, en una familia educada, culta e incluso, de cierto abolengo. Conservaba, a pesar de su apariencia, eso que llamamos don de gentes. Corría la década de los 50 del siglo pasado, en un tradicional barrio de Quinta Normal al poniente de Santiago, donde encontramos residencias de familias esforzadas de trabajadores y estudiantes, ahí conocimos y, de alguna manera, convivimos con el tío Nerón. Nunca supimos si ése era su verdadero nombre, si alguien le impuso ese apelativo o el mismo se había apodado así. Porque Nerón- emperador de la

Otra Historia en Viajes

Nuevamente comparto una vivencia que he tenido en un medio de transporte. Siento que esto es como cuando comienzas una colección. La primera vez alguien te regala una cajita, luego compras otra, posteriormente otra cajita de regalo... de pronto tengo 10... y ¡ya soy una coleccionista de cajitas, sin habérmelo propuesto! Es lo que me está ocurriendo con las historias en medios de transporte... Hoy quiero compartir una parte de la vida de Alejandro y Marcela, personajes de esta historia, que comienza así: Abordé mi vuelo, en el aeropuerto de Barajas, faltando pocos minutos para la medianoche. Venía con un bolso de mano que pesaba demasiado... libros y más libros... ¿pesan los conocimientos?, un porta documentos con ¡más libros! y algunos apuntes, más mi cartera y un abrigo. Era una noche fría del otoño madrileño, pero yo me sentía muy acalorada por el apuro y el nerviosismo, temía perderme en ese aeropuerto gigante y no encontrar la famosa T4, por donde debía abordar. El trabajo desarrol

TRISTEZA EN EL ALMA DE SU

Esta narración está en concurso, quiero compartirla con ustedes. TRISTEZA EN EL ALMA DE SU Mi amiga Susana me sorprendió gratamente con una llamada telefónica luego de unos 4 años en los cuales perdimos contacto. Ella es de esas personas que generalmente ríe y está alegre, a pesar de los problemas. Sin embargo, lo noté en su voz: estaba triste. - Hace tanto que no nos vemos, en realidad ¡años!- musitó- ¿Qué tal si nos juntamos a tomar una copa? Así compartimos cosas de la vida, retomamos nuestra amistad… y eso. - ¡Por supuesto que sí!, encantada- respondí. - ¿Estás bien?- le pregunté tratando de indagar algo más… - Bueno, sí, con las cosas típicas que nos preocupan a las mujeres: los hijos, el trabajo, la ausencia de pareja, el dinero que no alcanza, ya sabes. - Sí, respondí, conozco bien el tema. Acordamos día, hora y lugar. Elegimos un restaurante muy bonito cerca del Parque Arauco, donde además podíamos ver y hojear libros, a ambas nos gusta

AYUDA EN LAS ALTURAS

AYUDA EN LAS ALTURAS El aeropuerto estaba repleto de pasajeros que esperaban resignados, abordar sus distintos vuelos; algunos estábamos en tránsito por más de 2 horas; de modo que cuando por fin el empleado de la aerolínea, a viva voz hace el anuncio de embarcar, respiramos más tranquilos y comenzamos a desplazarnos para abordar ese vuelo que nos llevaría desde Panamá hasta Santo Domingo. Nos instalamos en nuestros respectivos asientos; mi ubicación fue al centro de los tres de esa fila. A mi lado izquierdo Arturo y al lado derecho justo en la ventana, un pasajero desconocido, quien sería nuestro compañero de ruta por poco más de dos horas. Me llamó la atención desde que nos instalamos. Sólo traía equipaje de mano: un bolso deportivo de tamaño mediano, azul oscuro que, por la consistencia, se observaba que el contenido que portaba era mínimo. Este hombre de contextura gruesa, representaba unos 50 años aproximadamente: moreno de aspecto caribeño, pelo crespo y ojos muy negros. Vestía j

ANIMALITO... NO SUPE SU NOMBRE

Mi maestro de reiki, dice que "nada ocurre por casualidad".... que existe la "sincronía" en el universo, entre las personas. Y tiene razón, cada día puedo darme cuenta que es una verdad, por distintas situaciones no esperadas ni planeadas, que me ha correspondido vivir u observar. La que narraré a continuación, es una de ellas. Salí tarde de la oficina, pero seguía estando alta la temperatura en las calles; enero en Santiago es muy caluroso. Me dirigí a tomar el colectivo que me deja en la puerta de mi casa, pero no había autos y sí mucha gente esperando... decidí entonces, regresar en bus, aunque este viaje demoraría más que el colectivo, finalmente tenía más posibilidades de llegar a casa antes que si me quedaba esperando a los taxis. Subo al bus uno de los nuevos del "Transantiago”... luego de pagar mi pasaje, miro para elegir dónde sentarme. Si bien el bus estaba con un 50% aproximadamente de asientos vacíos, sabía que en pocas cuadras estaría completamente