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AYUDANTES DEL VIEJITO PASCUERO

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Gisel (13), Paz (4), Mariana (6) y yo. Las niñitas junto a su padre. Hoy tuvimos una experiencia única: fuimos ayudantes del Viejito Pascuero, al llevar alegría, sorpresa y felicidad a tres niñitas: Paz de 4 años, Macarena de 6 y Gisel de 13 años. Ésta última escribió en nombre de sus dos hermanitas, esta carta al Viejito Pacuero, la que depositó en correos de Chile. En nuestra oficina, decidimos unirnos y hacer realidad la fantasía y sueños de estas pequeñas y de paso cumplir con el espíritu navideño que universalmente consiste en dar y recibir amor. Antes de seleccionar esta carta, leímos muchas, de verdad era difícil elegir, ya sea porque los pedidos eran demasiado onerosos para nosotros, o porque cuando la seleccionábamos, ya había sido escogida por ¡otro ayudante del Viejito! De modo que, finalmente, hicimos una elección rápida dentro de un grupo de preseleccionados. Natalia, Paulina y yo, fuimos las elegidas para llevar a cabo esta especial tarea. Hoy alrededor de las 10:00 h

¿Alguien me puede dar la receta?

El tiempo avanza más rápido de lo que quisiera. Recién me detengo a mirar mi blog y compruebo que ya han pasado meses sin escribir una sola línea. He estado en muchas cosas a la vez. Se dice que nosotros debemos gobernar el tiempo y no dejarnos esclavizar por él. ¿Alguien me puede dar la receta? Por motivos laborales, en abril estuve en Arica. En los tiempos libres, mientras caminaba por las estrechas calles del centro de la ciudad observando a sus gentes, sus lugares, su idiosincrasia... surgían motivaciones para escribir historias que me parecían interesantes. Pero no me di el tiempo. Ahora, meses después, ya no creo que sean tan atractivas; perdí la parte que me motivó cuando observaba esas situaciones y personas. Tal vez, cuando encuentro un tema, debo escribirlo inmediatamente. O al menos esbozarlo. Es una lección.

HISTORIA DE LA MAMÁ

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El domingo 15 de febrero, en un almuerzo familiar, celebramos el cumpleaños de mi madre, con la asistencia de gran parte de la familia. Esto es lo que recordamos ese día. En la foto: La mamá (primera a la derecha) y sus hermanas y hermanos) 1929. Un año importante para la humanidad, acontecimientos históricos y noticias curiosas. Hicimos una breve selección de algunas de ellas: 7 de enero: en EE. UU. aparece Tarzán (de Harold Foster), una de las primeras historietas de aventuras. 17 de enero: en EE. UU., encontramos por primera vez una tira cómica de Popeye, en un diario vespertino de NY. 11 de febrero: Pacto de Letrán entre la Santa Sede e Italia, por el que se crea el Estado pontificio y la Ciudad del Vaticano. 14 de febrero: Chicago, matanza de San Valentín, ordenada por Al Capone contra una banda rival. 16 de mayo: en EE.UU. se realiza la primera ceremonia de entrega de los premios Óscar. v 28 de agosto: la ciudad de Tacna, invadida por Chile desde la Guerra del Pacífico, regresa

DESPEDIDA SOLITARIA

Comparto con ustedes las dos últimas historias que escribí. Ambas las envié a concursos literarios pero me fue mal. Sigo siendo una aprendiz de escritora... Espero las lean y me cuenten sus impresiones. Todo parecía un paisaje natural y humano perfecto. O casi perfecto. El mar se movía vigorosamente, las olas iban y venían con su espuma cremosa, construyendo pequeños cercos de agua que se derrumbaban y morían al llegar a la playa. Algunas embarcaciones de pescadores artesanales surcaban sus caminos, sin alejarse demasiado de la caleta, donde cada cual tenía su espacio asignado como un perfecto molo de atraque. El sol brillaba en todo su esplendor, acariciando las pieles de los bañistas y de los transeúntes que caminaban por la costanera. Las gaviotas y otras aves menores, revoloteaban en busca de algún pez desprevenido. Unos artesanos jóvenes de cabellos largos, confeccionaban collares y pulseras en el mismo lugar que también las ofrecían en venta a los veraneantes. Es la pequeña cal

EL TÍO NERÓN, UN VAGABUNDO DE CUELLO Y CORBATA

El tío Nerón- así lo llamaban los chicos del barrio- era un personaje que atraía la atención de quienes lo veían, especialmente de los niños y jóvenes. Si bien era un vagabundo, de actividad desconocida- la mayoría percibía o imaginaba que esa apariencia de pordiosero errante, no correspondía a su origen y que hubo para él días mejores. En efecto, su forma de hablar y de vestir, delataban que en otros tiempos- distintos para él- debió pertenecer, nacer y vivir, en una familia educada, culta e incluso, de cierto abolengo. Conservaba, a pesar de su apariencia, eso que llamamos don de gentes. Corría la década de los 50 del siglo pasado, en un tradicional barrio de Quinta Normal al poniente de Santiago, donde encontramos residencias de familias esforzadas de trabajadores y estudiantes, ahí conocimos y, de alguna manera, convivimos con el tío Nerón. Nunca supimos si ése era su verdadero nombre, si alguien le impuso ese apelativo o el mismo se había apodado así. Porque Nerón- emperador de la