Tío Rubén Barría, chilote de nacimiento, aysenino de corazón
Cuando el tío Rubén leyó la biografía de la abuelita Carmen, su suegra, se emocionó. Con sus 80 y tantos años... pensó que sería bueno dejar escrita su propia historia, para sus hijos y nietos. Entonces, me interesé en conocer más de él; de su vida, infancia, juventud y...bueno, parte de lo que ha sido y es su historia personal.
Con cariño, para mis primos Arturo y Víctor, escribo parte de la HISTORIA DEL TÍO RUBÉN BARRÍA, vuestro padre.
NACE EN CURACO DE VÉLEZ, CHILOÉEl 8 de agosto de 1926, nace en Curaco de Vélez- isla de Quinchao- Rubén Arturo Barría Cárdenas, -nuestro querido tío Rubén- pueblo costero perteneciente al archipiélago de Chiloé. Curaco destaca por la arquitectura de sus viviendas elaboradas en madera de la zona, adaptadas tanto al clima como a las características geográficas del lugar. Su nombre se origina de la unión de dos vocablos: Curaco- palabra de la lengua veliche, que constituyó el idioma de la conquista dentro de Chiloé- significa piedra y agua; Vélez, apellido del primer comendero español que habitó en esa zona.
Precisamente, al hablar de este comendero, no podemos dejar de mencionar un hecho que afecta a la familia Barría años más tarde. Los bisabuelos del tío Rubén- que habitaban en una de las islas del archipiélago, recibieron la Isla de Talcán, en calidad de donación de los Reyes de España, como una merced a las familias Barría "en reconocimiento a los servicios prestados a la Corona". Recordemos que Chiloé fue el último reducto español, hace ya más de 200 años... La isla, por cierto, ya no les pertenece; ése es tema para otra historia.SUS PADRES: DON BRAULIO Y DOÑA VITALIABraulio Barría Oyarzún- padre del tío Rubén- fue casado en primeras nupcias con doña Filomena Álvarez, de cuyo matrimonio nacieron dos hijos: Oliverio, profesor y Aquiles, sacerdote.
Don Braulio, nació en Curaco de Vélez, provincia de Chiloé, el 12 de octubre de 1873. De profesión oficial civil, ejerció sus funciones en Chacao y Curaco de Vélez, además de Aysén donde culminó su carrera profesional.
Don Braulio, nació en Curaco de Vélez, provincia de Chiloé, el 12 de octubre de 1873. De profesión oficial civil, ejerció sus funciones en Chacao y Curaco de Vélez, además de Aysén donde culminó su carrera profesional.
Su madre, doña Vitalia, nació en Rilán, pequeña localidad de la costa de Chiloé; en 1909, teniendo 18 años, contrajo matrimonio con don Braulio. Si bien doña Vitalia también descendía de españoles fue considerada- una “afuerina”- según palabras de una prima de Rubén- por cuanto no era nacida en Curaco ni era pariente de alguno de los 3 mil a 4 mil habitantes del pueblo. En efecto, en ese entonces eran habituales los matrimonios entre primos. Incluso algunas de estas familias tenían sus cementerios propios: los Barría, los Oyarzún, los Álvarez, entre otros.
El tío Rubén es el penúltimo de los 11 hijos del segundo matrimonio de don Braulio, con doña Vitalia Cárdenas Bustamante, cuya genealogía es la siguiente:
El tío Rubén es el penúltimo de los 11 hijos del segundo matrimonio de don Braulio, con doña Vitalia Cárdenas Bustamante, cuya genealogía es la siguiente:
Sin embargo la genealogía estaría incompleta, si no mencionamos a la Nana de la familia, la que compartió la crianza de los hijos y la organización del hogar; las alegrías y tristezas, los traslados y viajes de Don Braulio y doña Vitalia, durante toda su vida. Hablamos de Aurelia Comicheo Herrera, quien fue entregada por sus padres a la edad de aproximadamente 10 años a la familia Barría Cárdenas, en calidad de “regalo”. Doña Vitalia la acogió como un miembro más de la familia, desempeñándose algunos años más adelante como Nana de los niños más pequeños. Aurelia era analfabeta, nunca concurrió a une escuela, y aunque la motivaron para que estudiara ella no se interesó en el aprendizaje de la lecto-escritura. Vivió con la familia y acompañó a doña Vitalia hasta el día de su muerte. Posteriormente, Aurelia jubiló y obtuvo su pensión del seguro obrero; más adelante ingresó a un hogar de ancianos dependiente de unas monjas, donde pasó los últimos años de su vida, recibiendo frecuentemente las visitas de todos los Barría Cárdenas. A su funeral asistieron todos lo hermanos del tío, su única y verdadera familia.
LA INFANCIA
A los cuatro años de edad el pequeño Rubén y su familia dejan Curaco de Vélez y se asientan en Aysén, lugar al que fue trasladado don Braulio, donde luego de una década desempeñándose como el oficial civil de la comuna, se acogió a jubilación. El traslado desde Curaco de Vélez a Aysén se efectuó en barco a vapor demorando tres días de navegación; la embarcación efectuaba su ruta con detenciones en algunos puertos de las diferentes islas del archipiélago de Chiloé.
Al lado de la Escuela de Hombres donde inició sus estudios, estaba la Escuela Primaria de Mujeres Nº 2 en la que estudiaba su hermana Milba; ambas escuelas, frente al cerro Mirador de Aysén, lugar preferido de los alumnos para jugar después de sus clases, especialmente cuando nevaba. Respecto a sus amigos y compañeros de curso, recuerda a René y Nibaldo Miranda y a chicos indígenas que concurrían a clases con hojotas y mantas de lana.
Pero, también tenía otros amigos; las clase sociales no importaban demasiado a los niños. Así, recuerda a sus vecinos de barrio, los hermanos Castillo: Héctor, Eduardo y Manuel. Después de las obligaciones escolares, salían con frecuencia a jugar o a pescar bajo el muelle del río- en ese entonces el río era navegable, ahí llegaban los barcos-pequeños peces como robalo, salmón o peladilla. En otras ocasiones los pequeños pescadores se transformaban en cazadores con honda de zorzales, y en otras, en avezados futbolistas en una improvisada cancha en la pampa cerca del río.
Una de las actividades que más llamaba su atención y la de sus amigos, era ir al muelle para observar la llegada de los barcos; era un momento solemne para los ayseninos; se efectuaba una ceremonia recibiéndoles con una retreta ejecutada por la banda de Carabineros ¡Era muy emocionante!- recuerda con sus ojos brillantes.
Definitivamente, la infancia y adolescencia en Aysén fue una época muy entretenida, llena de aventuras, historias adornadas por paisajes naturales maravillosos; al escucharlo entusiasmado por los recuerdos, se entiende porqué el tío Rubén es un "aysenino de corazón".
La educación media- humanidades de acuerdo a esa época- la comienza en el liceo mixto de Aysén, cuyo director era el profesor de matemáticas Sansón Radical, quien escribió un libro de matemáticas para los estudiantes… ¡nadie lo entendía! recuerda el tío Rubén-. Este profesor además fue alcalde de la comuna de Aysén. Entre sus profesores, también menciona a Eusebio Ibar, periodista y poeta; al prof. Salamanca, de educación física.
En el liceo mixto de Aysén fueron sus compañeros en primer año de humanidades, entre otros los siguientes: su hermana Milba, Sofía Soto, Laura Mera, Mina Díaz, Delia García, Oscar Aros, Darío Lizama. Elba Ruby, Tejerina, Barrientos... Me pregunto: ¿Dónde estarán ahora?, ¿Qué habrá sido de sus vidas? Tal vez si un profesor aysenino lee esta historia nos pueda informar.
LA ADOLESCENCIA
Al acogerse a jubilación, don Braulio y familia se trasladan a Puerto Montt, permaneciendo en Aysén sólo su hermano Braulio, por razones laborales. El viaje a Puerto Montt se efectúa en barco; la llegada al puerto es muy impactante para el joven Rubén.
- Yo sólo conocía los camiones en Aysén- relata- al atracar el barco, veíamos desde cubierta muchas calles y construcciones en los cerros, automóviles… la bahía y sus gentes, fue muy impactante ver una ciudad tan grande y con tanto movimiento, es indescriptible visualizar algo nunca visto por nosotros, como cuando conocimos por primera vez el tren y su estación, … ¡espectacular!
Don Braulio, que había viajado algunas semanas antes, arrendó una casa grande - de latones como se estila en ese puerto- donde esperaba el arribo de la familia. La vivienda, de dos pisos independientes se ubicaba a 7 cuadras del centro de la ciudad.
En Puerto Montt, Rubén continúa sus estudios en el liceo de hombres y luego, en tercero de humanidades se traslada al instituto Comercial de la misma ciudad. Recuerda que después de las clases, jugaban fútbol y tenis de mesa (ping-pong). Incluso, destacó en esta última disciplina siendo campeón de un torneo interescolar de la ciudad., dato que corroboramos en un diario de la época.
En el liceo tuvo una profesora de matemática muy exigente pero también mala docente- aparentemente. De acuerdo a lo que narra el tío Rubén. Él obtenía malas notas; entonces se esforzó mucho y estudió toda la materia de álgebra para una de las pruebas de coeficiente 2. Estaba perfecta… pero, la profesora no le creyó, no confió en él y aunque las respuestas estaban correctas, lo castigó creyendo que había copiado. Años más tarde se reencontró con esta profesora, justo cuando ella debía hacer un trámite en el banco donde el tío estaba trabajando…. Las vueltas de la vida….- mire donde estoy ahora- profesora- le dijo el tío- por mis estudios pude llegar acá donde debo usar especialmente las matemáticas.
Le gustaban las matemáticas, por eso eligió ir al Instituto Comercial. Quería estudiar contabilidad. Ahí aprendió dactilografía, taquigrafía, inglés, castellano y, por supuesto contabilidad y redacción comercial. Se mantuvo en este Instituto hasta egresar del 5º año.
EL COMIENZO DE LA VIDA LABORAL
Precisamente, estando en el último curso del Instituto Comercial, comienza a trabajar. Su primer trabajo fue en el Registro Civil e Identificación de Puerto Montt. Para acceder al cargo, debió asistir a un curso de capacitación en la toma de impresiones de huellas digitales. Se desempeñó en esta tarea por espacio de aproximadamente 5 meses. Su primer sueldo fue de $2.500. A veces debía trabajar los sábados y domingos. Todo se hacía manualmente, era lento y engorroso. Pero tenían la compensación de luego de las extensas jornadas de trabajo de fines de semana, podían jugar tenis de mesa, deporte que le apasionaba.
Luego del fallecimiento de su padre, se traslada a Lota, a casa de su hermana mayor, Blanca. El se había presentado al examen de selección en la Caja Nacional de Ahorro. Quedó aceptado, pero no lo contrataron porque no cumplía con uno de los requisitos de salud: su peso era 10 kg , menos que el mínimo aceptable. Entonces se instala en Lota donde trabajó en la carbonífera, específicamente en la oficina de pagos, por espacio de dos años.
- Todos eran muy buenas personas- recuerda- Ahí había un sistema distinto de trabajo. Había que pagar a aproximadamente 10 mil obreros del carbón- pertenecientes a 3 piques- cada semana. Los cajeros se distribuían por sección, dentro de un gran edificio redondo ubicado en Lota Alto junto con la administración.
Los mineros eran obreros que trabajaban como barreteros picando en la mina. Provenían de distintas partes cercanas a Lota.
El dueño de las minas era Alberto Cousiño, también propietario del ferrocarril Concepción-Curanilahue. Las máquinas, obviamente eran a carbón. Estaba la maestranza, el hermoso parque de Lota, la fábrica de lozas…
Los obreros- narra el tío- vivían solos sin sus familias- en los barracones. Algunos trabajaban de día, otros de noche, ocupando las mismas camas por turnos.
Al término de dos años, regresa a Puerto Montt, a la casa materna. Le había llegado correspondencia desde Santiago donde le ofrecían ingresar a la Caja de Ahorros dándole dos alternativas: Arauco o La Unión. Eligió esta última, por su cercanía con Puerto Montt (aprox. 3 horas de viaje).
LA UNIÓN
Se traslada a la ciudad de La Unión alojando en una pensión con otros empleados de la Caja de Ahorros y de una fábrica de lino.
Su trabajo consistía en la atención de público en ventanilla, específicamente de la Sección de Ahorros. Sus funciones principales eran atender a los clientes y confeccionar en forma manuscrita las libretas de Ahorro, los listados completos de los establecimientos educacionales, cartillas que se completaban con estampillas de ahorro. Los niños y jóvenes alumnos- narra el tío-compraban las estampillas y los profesores recibían el dinero. Entonces, el mismo profesor concurría al banco con el listado de alumnos y sus correspondientes cartillas que se usaban en lugar de las actuales libretas de ahorro.
Este trabajo era lento y con muchísimos datos, ¡todos manuscritos! Por esto debían continuar la tarea los días sábados para completar tanto las libretas como los libros de registro. Además, debía preparar el despacho de correspondencia certificada, la que era registrada en un libro especial para ese cometido: envío de cheques a otros bancos, otras secciones de oficinas de provincias, Hoy- nos informa- en el museo del Banco Estado- ubicado en calle Bandera, de Santiago- están algunas de las muestras de los libros bancarios manuscritos que se usaban hacia fines de la década de los años 40, en el siglo pasado.
OTRAS ACTIVIDADES LABORALES
Siempre ligado a la actividad bancaria, son varios los puestos de trabajo y las entidades en las que se desempeñó, desarrollando su carrera funcionaria de acuerdo al escalafón de la época que se extendía desde el grado 30º al 1º. Ingresó, como la mayoría, en el grado 30º; con las calificaciones anuales, fue ascendiendo hasta llegar al grado 15º de esa escala. También se desempeñó en varias ciudades del sur de nuestro país, entre ellas, Arauco, Puerto Montt, Fresia y Villarrica hasta llegar a Santiago, donde se radicó definitivamente.
LA ADOLESCENCIA
Al acogerse a jubilación, don Braulio y familia se trasladan a Puerto Montt, permaneciendo en Aysén sólo su hermano Braulio, por razones laborales. El viaje a Puerto Montt se efectúa en barco; la llegada al puerto es muy impactante para el joven Rubén.
- Yo sólo conocía los camiones en Aysén- relata- al atracar el barco, veíamos desde cubierta muchas calles y construcciones en los cerros, automóviles… la bahía y sus gentes, fue muy impactante ver una ciudad tan grande y con tanto movimiento, es indescriptible visualizar algo nunca visto por nosotros, como cuando conocimos por primera vez el tren y su estación, … ¡espectacular!
Don Braulio, que había viajado algunas semanas antes, arrendó una casa grande - de latones como se estila en ese puerto- donde esperaba el arribo de la familia. La vivienda, de dos pisos independientes se ubicaba a 7 cuadras del centro de la ciudad.
En Puerto Montt, Rubén continúa sus estudios en el liceo de hombres y luego, en tercero de humanidades se traslada al instituto Comercial de la misma ciudad. Recuerda que después de las clases, jugaban fútbol y tenis de mesa (ping-pong). Incluso, destacó en esta última disciplina siendo campeón de un torneo interescolar de la ciudad., dato que corroboramos en un diario de la época.
En el liceo tuvo una profesora de matemática muy exigente pero también mala docente- aparentemente. De acuerdo a lo que narra el tío Rubén. Él obtenía malas notas; entonces se esforzó mucho y estudió toda la materia de álgebra para una de las pruebas de coeficiente 2. Estaba perfecta… pero, la profesora no le creyó, no confió en él y aunque las respuestas estaban correctas, lo castigó creyendo que había copiado. Años más tarde se reencontró con esta profesora, justo cuando ella debía hacer un trámite en el banco donde el tío estaba trabajando…. Las vueltas de la vida….- mire donde estoy ahora- profesora- le dijo el tío- por mis estudios pude llegar acá donde debo usar especialmente las matemáticas.
Le gustaban las matemáticas, por eso eligió ir al Instituto Comercial. Quería estudiar contabilidad. Ahí aprendió dactilografía, taquigrafía, inglés, castellano y, por supuesto contabilidad y redacción comercial. Se mantuvo en este Instituto hasta egresar del 5º año.
EL COMIENZO DE LA VIDA LABORAL
Precisamente, estando en el último curso del Instituto Comercial, comienza a trabajar. Su primer trabajo fue en el Registro Civil e Identificación de Puerto Montt. Para acceder al cargo, debió asistir a un curso de capacitación en la toma de impresiones de huellas digitales. Se desempeñó en esta tarea por espacio de aproximadamente 5 meses. Su primer sueldo fue de $2.500. A veces debía trabajar los sábados y domingos. Todo se hacía manualmente, era lento y engorroso. Pero tenían la compensación de luego de las extensas jornadas de trabajo de fines de semana, podían jugar tenis de mesa, deporte que le apasionaba.
Luego del fallecimiento de su padre, se traslada a Lota, a casa de su hermana mayor, Blanca. El se había presentado al examen de selección en la Caja Nacional de Ahorro. Quedó aceptado, pero no lo contrataron porque no cumplía con uno de los requisitos de salud: su peso era 10 kg , menos que el mínimo aceptable. Entonces se instala en Lota donde trabajó en la carbonífera, específicamente en la oficina de pagos, por espacio de dos años.
- Todos eran muy buenas personas- recuerda- Ahí había un sistema distinto de trabajo. Había que pagar a aproximadamente 10 mil obreros del carbón- pertenecientes a 3 piques- cada semana. Los cajeros se distribuían por sección, dentro de un gran edificio redondo ubicado en Lota Alto junto con la administración.
Los mineros eran obreros que trabajaban como barreteros picando en la mina. Provenían de distintas partes cercanas a Lota.
El dueño de las minas era Alberto Cousiño, también propietario del ferrocarril Concepción-Curanilahue. Las máquinas, obviamente eran a carbón. Estaba la maestranza, el hermoso parque de Lota, la fábrica de lozas…
Los obreros- narra el tío- vivían solos sin sus familias- en los barracones. Algunos trabajaban de día, otros de noche, ocupando las mismas camas por turnos.
Al término de dos años, regresa a Puerto Montt, a la casa materna. Le había llegado correspondencia desde Santiago donde le ofrecían ingresar a la Caja de Ahorros dándole dos alternativas: Arauco o La Unión. Eligió esta última, por su cercanía con Puerto Montt (aprox. 3 horas de viaje).
LA UNIÓN
Se traslada a la ciudad de La Unión alojando en una pensión con otros empleados de la Caja de Ahorros y de una fábrica de lino.
Su trabajo consistía en la atención de público en ventanilla, específicamente de la Sección de Ahorros. Sus funciones principales eran atender a los clientes y confeccionar en forma manuscrita las libretas de Ahorro, los listados completos de los establecimientos educacionales, cartillas que se completaban con estampillas de ahorro. Los niños y jóvenes alumnos- narra el tío-compraban las estampillas y los profesores recibían el dinero. Entonces, el mismo profesor concurría al banco con el listado de alumnos y sus correspondientes cartillas que se usaban en lugar de las actuales libretas de ahorro.
Este trabajo era lento y con muchísimos datos, ¡todos manuscritos! Por esto debían continuar la tarea los días sábados para completar tanto las libretas como los libros de registro. Además, debía preparar el despacho de correspondencia certificada, la que era registrada en un libro especial para ese cometido: envío de cheques a otros bancos, otras secciones de oficinas de provincias, Hoy- nos informa- en el museo del Banco Estado- ubicado en calle Bandera, de Santiago- están algunas de las muestras de los libros bancarios manuscritos que se usaban hacia fines de la década de los años 40, en el siglo pasado.
OTRAS ACTIVIDADES LABORALES
Siempre ligado a la actividad bancaria, son varios los puestos de trabajo y las entidades en las que se desempeñó, desarrollando su carrera funcionaria de acuerdo al escalafón de la época que se extendía desde el grado 30º al 1º. Ingresó, como la mayoría, en el grado 30º; con las calificaciones anuales, fue ascendiendo hasta llegar al grado 15º de esa escala. También se desempeñó en varias ciudades del sur de nuestro país, entre ellas, Arauco, Puerto Montt, Fresia y Villarrica hasta llegar a Santiago, donde se radicó definitivamente.
En Santiago, ligado al Banco Estado, trabaja hasta que es despedido injustamente, por un error de su jefatura. La causa del despido fue "falta de perspicacia"; me sorprende este motivo... falta de razón, ingenio o entendimiento... vaya... extraña forma de justificar un despido.
El tío no podía aceptar así nada más esta injusticia, de modo que entabla un juicio en contra del banco, el que por cierto, ganó. Esto le permitió que declararan vacante su puesto, de modo que pudo jubilar anticipadamente con todos los beneficos que legítimamente le correspondían.
A partir de este hecho, comienza su trabajo en la banca privada. Y tal como se desempeñó en varias ciudades, diversas también fueron las instituciones bancarias en las que prestó sus servicios. Así los bancos Árabe, Industrial y Comercio, del Trabajo, Osorno y Santander conocieron a este trabajador amante de su profesión y de la actividad sindical. En efecto, fue un destacado dirigente sindical de los empleados bancarios por décadas. De todos los bancos recién nombrados, a la fecha, sólo conocemos el Banco Santander, los demás ya no existen; se fucionaron con otros o desaparecieron.
LA HISTORIA DE RUBÉN Y PILAR
Sin embargo, la vida personal del tío Rubén no estaba completa; aún no formaba su propia familia. Y es aquí donde comienza la historia que nos liga, por cuanto el contrae matrimonio con la queridísima tía Pilar Garrido, hermana menor de mi padre.
A continuación, brevemente, parte de su historia, que ya se extiende por casi 41 años de vida matrimonial y que esperamos continúen muchísimos más, porque han sido y son ejemplo de amor matrimonial y de unión familiar.
La tía Pilar es 14 años menor que Rubén. Ella fue compañera de curso con una de las sobrinas del tío, Iriana. Por ahí comienza el encuentro de Rubén y Pilar.
Fue para un cumpleaños de él que Iriana invita a un par de amigas, una de ellas Pilar. Ahí ocurrió el primer encuentro. Rubén quedó inmediatamente entusiasmado por esta chica buenamoza, descendiente de españoles; pero ella, no mostró mayor interés. Pasaron aproximadamente 3 años para que Rubén pudiese, por fin, conquistar y encantar a la joven Pilar. Nuevamente el nexo es Iriana, esta vez, con motivo de su matrimonio; en esa celebración comienza oficialmente el romance. La etapa de pololeo- noviazgo- fue relativamente breve, ¿para qué más si se conocían de años? Bastaron 11 meses para que ambos decidieran unir sus vidas para siempre, ante las leyes de Dios y los hombres.
Precisamente el próximo 11 de febrero estarán de aniversario de matrimonio ¡41 años!, a través de los cuales han llevado una vida de amor, unión, esfuerzo y mucha alegría.
Hoy Rubén y Pilar pueden mirar con orgullo y satisfacción su obra familiar, constituida por sus 2 hijos, nueras y 3 nietos:
Arturo y Sole; sus nietos Ignacio y Diego
Víctor Andrés y Daniela; su nieto, el pequeño Benjamín
En una de las revistas que revisamos cuando el tío Rubén fue dirigente sindical, encontré el siguiente texto, que refleja sus pensamientos y filosofía de vida:
"Reflexiones de un Trabajador Bancario de Clase Media"
"Todos los hombres sin excepción deseamos llevar una vida alegre, sin problemas y con salud. La felicidad con que cada uno sueña puede definirse según cada persona; sin embargo, en el caso de un Trabajador Bancario en plena madurez, pueden enumerarse como condiciones indispensables, las siguientes:
- Una familia cariñosa
- Unos amigos divertidos
- Un trabajo estimulante
- Un salario que resulte sificientemente remunerador
(Saque Ud. sus propias conclusiones) R.B.C."
Fuente: Revista "Opinión", Año 1, Nº 1, noviembre de 1985
Fuente: Revista "Opinión", Año 1, Nº 1, noviembre de 1985
Y no cabe duda, el tío Rubén a lo largo de su vida profesional y familiar, logró la felicidad, cumpliendo con estas 4 condiciones.
Antes que todo, muchas gracias por tu tiempo y dedicación. Como te lo comenté quien mejor que mi prima con Talento y "Don" de la escritura para la biografía de mi papá.
ResponderBorrarUn abrazo, saludos y felicidades!!!! Esperamos nuevos desafíos y grandes hsitorias de familia!!!
Rosita : Que agrado conocer la vida de Ruben porque lo conosco
ResponderBorrarUna vez m�s mis felicitaciones amiga Maggie
Muchas gracias, Arturo, mi querido primo, por tus palabras. Este escrito es una deuda que tenía con tus padres.
ResponderBorrarMaggie, amiga mía, siempre animándome y leyendo el Blog. Un abrazo de corazón.
estimada Rosita.
ResponderBorrarMi nombre es Carlos Oyarzun Cárdenas, hijo de don Dario Oyarzún Barría ,hijo a su vez de doña Emilia Barría Oyarzun y don Dario Oyarzun Gonzalez,todos naturales de Curaco de Vélez.Amante de la genealogia familiar tengo fotos de don Brauio y doñsa Vitalia, dejadas por mi finada abuela Emilia.
Si vez este comentario contacto por medio de mi página Web. www.historiadecuracodevelez.cl.tc.
chao.
carlos Oyarzun Cárdenas
Estimado Carlos:
ResponderBorrarMe alegro que haya leído esta historia y encuentro excelente que tenga fotos de don Braulio y doña Vitalia, a quien conocí personalmente.
Por supuesto que visitaré su página Web, para conocer más de Curaco de Vélez, visita que por cierto, recomiendo a mis lectores.
Muchas gracias,
Infinitas gracias; por el tiempo dedicado a la biografía que haz escrito a mi padre. La cual ayudara que sus nietos bisnietos lo puedan conocer y recordar el antepasado de esta familia tan grande de esta Isala tan Hermosa como es la Isla de Quinchao.
ResponderBorrarUn gran abrazo,
Aunque no me dices tu nombre, es obvio que eres Víctor Andrés, mi querido primo, el menor.
ResponderBorrarNada que agradecer. Para mí fue un honor entrevistar a tu padre y que él me haya confiado tantos aspectos de su vida, los cuales traté de reflejar en mi escrito.
Un abrazo,
Te puedo informar Rosita que Aurelia entro a un Hogar de Ancianos, gracias a la gestiön de mi Suegra SRa. Ruth Gonzalez de Menares. donde paso creo sus mejores momentos. Ademas te puedo informar que ella estä enterrada en el CEmenterio Metropolitano de Santiago con mis padres SR. Segundo Almonacid Borquez y Zulema Barría Cárdenas, yo soy hija de Zulema y mi nombre es Marylyn Almonacid Barria
ResponderBorrarHola Marylyn, qué gusto saludarte y conocerte.
ResponderBorrarGracias por tu comentario y por la información que nos entregas sobre la querida Aurelia, a quien conocí cuando aún vivía con la madre del tío Rubén
Saludos cordiales,
rosita,un gusto saludarte y felicitarte con la hitoria de vida de mi tio Ruben .Mi nombre es Gloria Saitz barria y soy hija de la hermana Vitalia de mi tio y puedo agregar que Aurelia antes de llegar al hogar vivio conmigo varios años fue muy feliz sobre todo con el nacimiento de mi primer hijo,lo disfruto mucho,ademas tambien soy bancaria al igual que mi tio.-
ResponderBorrarHola Gloria:
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras.
¡Me alegro que nuestro tío Rubén nos permita conocernos y agregar más datos sobre la familia!
Un abrazo,
hola
ResponderBorrarmi nombre es carlos barria oyarzo, soy de argentina.
entre de casualidad a su pagina y me encontre con esta hermosa historia de vida -
que bueno es encontrar como se propaga el apelido por el planeta. Inmigrantes llegadas desde España arrivaron a tierras chilenas y latinoamericanas.
Mis abuelos y bisabuelos de apellido barria y oyarzo eran de la isla de Chiloé ,seguramente en lo lejano seremos parientes.
Un abrazo, un Barria desde argentina.
c_s_barria@hotmail.com
Hola Carlos:
ResponderBorrarGracias por tu comentario y por los datos que aportas. ES muy probable que como dices, en lo lejano, eres familiar del tío Rubén Barría. En Chiloé y específicamente en su pueblo,los Barría eran una sola familia.
Un abrazo y saludos cordiales,
Rosita encontre este excelenbte relato y recorde los buenosmomentos que pasamos hace años con tu mama y tu para, Rosita y Alberto, igualmente te felicito por la historia del amigo Ruben
ResponderBorrarDeseo que te encuentres muy bien junto
familiares
Un recuerdo de Oscar Carmona ex profesor de la famosa ESCUELA 38
Felicidades.-
Hola Oscar, ¡qué alegría y grata sorpresa!
ResponderBorrarLe comentaré a mi madre que nos contactamos, se alegrará, te lo aseguro.
No sabes el cariño que tenemos por ex la Escuela 38.
Un gran abrazo,
Muy bonita historia, de un aisenino de corazón, cada vez leo y releo tu historia Rosita y lo que escribiste del Tio Rubén. Desde donde la lluvia se hace canción, el otro Rubén Barria Barria, sobrino del tio Rubén y Pilar a quienes quiero y recuerdo mucho. Gracias Rosita.
ResponderBorrar¡Muchas gracias Rubén! Si supieras lo bien que me hace leer tu comentario, en estos momentos en que me siento triste y abrumada. Leer algo positivo, me saca de las malas experiencias del día y me hace recordar las cosas bellas de la vida.
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