PASÓ MUCHO TIEMPO... PASÓ LA VIDA, PASÓ LA MUERTE

... Demasiado tiempo, sin escribir en este blog... parece que el tiempo transcurre cada vez más rápido y no me permite un espacio para esta actividad. Más de 3 meses de silencio escrito en mi Blog.

Es que me he visto sobrepasada con trabajo, estudios y... tristezas, los que sumados, se potenciaron, haciéndome sentir que tenía el mundo sobre los hombros.

Ahora vengo de regreso y quiero recordar, muy especialmente a dos primos que en estos días se los llevó la muerte, tempranamente, si pensamos que las expectativas de vida son al menos un par de décadas más que los años vividos por Marina- esposa de mi primo Ramón- y Miguel Ángel - primo de mi padre y esposo de mi prima Cecilia, sobrina de mi madre-.

Marina, mujer del mar, con fortaleza, trabajadora, buena madre, hija y esposa. La muerte se la llevó, cuando aún quedaban muchos proyectos, fantasías, ilusiones y cosechas en su vida familiar.

Espero, Marina, dondequiera que tu alma se encuentre, ahora tengas paz y armonía; sé que para ti ya no hay tristezas ni dolores. Descansa en Paz.

MIGUEL ÁNGEL

Quiero dedicar unas líneas especiales para mi primo y tío Miguel Ángel Main Oyarce, porque representa a un ser muy querido por toda la familia y por quienes lo conocimos y disfrutamos de su compañía.

Su nombre lo dice todo. En realidad me doy cuenta de las bendiciones que recibió Miguel Ángel de sus padres, al elegir estos nombres para el menor de sus hijos. Miguel, nombre de origen hebreo, que significa "Dios es justo". Tal y como recuerdo a mi primo. Su irrenunciable amor a Dios, así como poseedor del don de la justicia, cualidades que lo distinguieron. Y luego, agregaron Ángel como para reforzar su misión en esta vida terrenal: mensajero de Dios.

El tío Miguel Ángel Main aparece en nuestras vidas- de mis hermanos y yo- desde el momento mismo en que nacimos. Efectivamente él es uno de los primos menores de mi padre. Hijo del último de los parientes nacidos en España, Miguel Ángel ama a la Madre Patria como a Chile mismo. Siempre estaba aprendiendo, informándose, estudiando sobre nuestra España, la tierra que vio nacer a los abuelos y al tío Ramón, padre de Miguel Ángel. Me alegré mucho cuando, por fin, pudo viajar a España y recorrer cada uno de los rincones del pueblo del que provenía su padre, buscando, conociendo, recordando las historias que de niño escuchaba sobre la paterna España natal.

Cuando éramos niños, vivíamos en una casa grande en la calle Madreselva, hasta donde llegaba el tío Miguel Ángel, a veces acompañado de su hermano Emilio, en bicicleta. Recuerdo que nos llevaban a dar un paseo, lo que para nosotros ¡era toda una aventura! También recuerdo cómo todos ellos, los Main Oyarce amaban especialmente a mi hermana, la más pequeña.

Años más tarde, Miguel Ángel conoce a mi prima Cecilia, hija de una hermana de mi madre, contraen matrimonio. Justo en la misma época en que yo también me casé. Recuerdo que además de ser primos éramos muy unidos y planificábamos actividades juntos. Incluso las fechas de las nupcias fueron establecidas de modo que pudiésemos estar juntos en esos momentos tan importantes en la vida de las personas. Celebramos nuestras respectivas bodas, con apenas 15 días de diferencia.

Estuvimos juntos en el nacimiento de nuestros hijos y en su crianza de los primeros años.
Miguel Ángel y Cecilia estuvieron junto a mí en el período de mi ruptura matrimonial; siempre acompañándome, alentándome, dándome esperanzas y fuerzas. Especialmente agradezco a Miguel Ángel el haberme ayudado con mi hijo, que en ese entonces era un niño de 9 años.

Así, pasó la vida... así llegó la muerte. La última vez que nos vimos, nos prometimos reunirnos para "ponernos al día", siempre cada cual en sus deberes... No lo concretamos.

El 1 de septiembre recién pasado, después de varios meses, Miguel Ángel me envió un correo electrónico con una oración. Él siempre apegado a la religión, envió ese texto a un grupo de personas 8 ó 10. Una de ellas era yo. Me eligió, me recordó en ese momento. ¿Tal vez me estaba llamando? ¿Tal vez quería despedirse? Jamás lo sabré...

El 3 de septiembre es diagnosticado: fibrosis pulmonar. El 7 de septiembre fallece.
Fue un gran impacto el conocer esta inesperada y dolorosa noticia. Estuvimos junto a él para acompañarlo en ése, su último viaje terrenal.

Agradecemos a Miguel Ángel su ejemplo de vida: líder religioso en su comunidad, buen padre, excelente esposo, hogareño, abuelo cariñoso, buen amigo; pero especialmente, un verdadero hombre de bien. Siempre estará presente en nuestro recuerdo y en nuestros corazones.


Con mucho cariño, vayan estas líneas para mi querida prima Cecilia y sus hijos Macarena y Diego.