UN VIAJE DISTINTO
Estaba muy deprimida, parecía que las energías se me agotaban y tenía pocos deseos de moverme. En realidad, me habría gustado quedarme unos días en casa haciendo… ¡nada! Sin embargo, debía continuar cumpliendo con mi trabajo que esta vez me imponía viajar desde la capital hasta Concepción. - Bueno- me dije - ¡Animo! No tengo alternativa, habrá que hacerlo.Decidí que me ayudaría si hacía un “viaje distinto”. De modo que en lugar de trasladarme en bus, que es el medio habitual que utilizaba en ese entonces, lo haría en tren. Viajar en tren siempre tiene algo especial y, aunque demora más tiempo, hay otras ventajas que me vendrían muy bien. Con este pensamiento planifiqué mi viaje, esperando que durante esas horas, podría- además de disfrutar del paisaje- escribir un artículo que me habían encomendado; en el tren tendría la comodidad de hacerlo. Además leería una revista, podría tomar mi cafecito acompañado de un cigarrillo, todo lo cual, no es posible hacerlo en un bus. Además, rememorar